Condenada por el homicidio de su hija, deberá cumplir su sentencia en la cárcel de San Luis.
Incendió La Casa Donde Estaba Su Hija y le dieron Perpetua. En una audiencia marcada por la solemnidad, Sonia Lara recibió su veredicto final: prisión perpetua por el asesinato de su hija, Abril Fernández. La sentencia, proclamada por el juez Sebastián Cadelago Filippi, puso fin a un prolongado proceso judicial que mantuvo en vilo a la opinión pública. Lara, impasible, escuchó el fallo que la llevará tras las rejas de la cárcel de mujeres en San Luis.
La jornada judicial transcurrió con la expectativa tensa de todos los presentes. Lara, con semblante inmutable, no profirió palabra alguna cuando se le otorgó la oportunidad de hacerlo. Fue en ese momento cuando el Tribunal, compuesto también por Mauro D’Agata Henríquez y Virna Eguinoa, se retiró a deliberar, dando inicio al debate que culminaría en la lectura de la sentencia a las 14:48 horas.
El veredicto final fue contundente: Sonia Lara fue hallada culpable del homicidio de su hija, un crimen perpetrado en un incendio que cobró la vida de la pequeña de 11 años. Este acto, calificado por el vínculo y ejecutado con alevosía, le valió la pena máxima del Código Penal argentino: prisión perpetua.
El debate sobre el destino de Lara se centró en si debía cumplir su condena en prisión o bajo arresto domiciliario. El fiscal de juicio, Néstor Lucero, y la querella, Laura Rodríguez, abogaron por la primera opción, argumentando la gravedad del crimen y la necesidad de justicia. Por su parte, la defensa de Lara, representada por Valentín Rivadera, solicitó el mantenimiento del arresto domiciliario, basándose en la condición médica de su cliente, quien requería atención constante y familiar para su medicación.