El conductor que, alcoholizado, atropelló y mató a Guillermo Alberto Giménez recibió prisión domiciliaria por cuatro meses. Los allegados de la víctima expresaron su indignación: “Él se va a la casa y mi tío está enterrado”.
La familia de Guillermo Alberto Giménez, el motociclista de 51 años fallecido en un accidente de tránsito, atraviesa una enorme consternación por la decisión judicial de otorgarle prisión domiciliaria al conductor que lo embistió, Pablo Gastón Fernández (42). El suceso, ocurrido durante la madrugada, terminó con la vida de un hombre “responsable y trabajador” que dejó a una niña de 10 años “destrozada” por la pérdida de su padre.
“Él se va a la casa y mi tío está enterrado”
En redes sociales, un sobrino de Giménez publicó un descargo que refleja la frustración familiar:
“Él se va a su casa y mi tío está enterrado tres metros bajo tierra. Dejó a una hija de 10 años destrozada, a todos sus hermanos y sobrinos hechos un mar de lágrimas”, lamentó, pidiendo que el responsable quede “de por vida” en prisión.
Giménez, según describen sus parientes, era un hombre que “aprovechaba cada rato libre para salir con su motito a juntar cartón y así no faltarle nada a su hija”. Aquella mañana del accidente, él se dirigía a su trabajo cuando fue embestido por la camioneta que conducía Fernández.
Alcoholizado en el momento del choque
El fiscal Francisco Assat Alí confirmó que el imputado registró alcohol en sangre durante el test realizado tras el siniestro, lo cual motivó la calificación legal de “homicidio culposo agravado por el uso de vehículo y por estar bajo los efectos del alcohol”.
Pese a ello, el pedido fiscal de prisión preventiva por 90 días no prosperó. La jueza de Garantía, Agustina Dopazo Samper, consideró que Fernández no se dio a la fuga, no amenazó a testigos y carece de antecedentes penales, por lo que dispuso la medida más leve: cuatro meses de domiciliaria.
“Un padre que no volverá a casa”
La familia de Giménez no encuentra consuelo ante el contraste: mientras Fernández pasa este período “en la comodidad de su hogar”, ellos deben afrontar la ausencia de quien consideran “un padre ejemplar” y “sostén del hogar”.
“Mató a una persona que iba a trabajar. No hay manera de que esta decisión no nos hiera; nos duele que la Justicia sea tan benévola con él”, añadió el sobrino.
Cuatro meses bajo monitoreo
Durante los 120 días de investigación penal preparatoria, Fernández deberá permanecer en su domicilio, con la visita periódica de la Oficina de Control de Reinserción Social para verificar el cumplimiento de la medida. Al finalizar ese plazo, la Fiscalía analizará si corresponde elevar la causa a juicio o plantear alguna otra modificación de su situación procesal.
Una decisión que reabre el debate
El caso revive la polémica sobre la proporcionalidad de las respuestas judiciales en accidentes viales con resultado fatal, especialmente cuando hay alcohol de por medio. La familia de la víctima considera “insuficiente” la prisión domiciliaria y clama por una pena más firme para el conductor. Sin embargo, la jueza basó su resolución en la falta de peligros procesales y en la presunción legal de inocencia hasta que la sentencia sea definitiva.
Mientras tanto, “en medio del dolor”, la familia de Guillermo Giménez se aferra a la memoria de quien califican como “un hombre de valores” y exige justicia para que, tras la investigación, la muerte de su ser querido no quede impune.