El mandatario provincial acompañó el acto inaugural de la tradicional muestra ganadera, saludó a expositores y dirigentes rurales, y destacó —solo con gestos— la alianza entre Gobierno y sector agropecuario. Por la veda electoral se abstuvo de hacer declaraciones.
Con la discreción que impone la veda electoral, el gobernador Claudio Poggi asistió este sábado a la 44ª edición de la Fiesta del Ternero en la Sociedad Rural de San Luis. Su presencia, sin micrófono ni palabras, buscó reforzar la señal de apoyo al sector agropecuario puntano en uno de los eventos claves de la agenda productiva provincial.
Apertura con sello local
El acto inaugural arrancó con la banda “Basilio Bustos” interpretando “Aurora”, mientras los troperos desfilaron sobre la pista principal. A continuación sonaron las estrofas del Himno Nacional y se sucedieron los agradecimientos al personal de la Rural, las firmas consignatarias y el Estado provincial.
Tras la bendición del párroco Aníbal Sosa, la presidenta de la entidad anfitriona, Yenny Yurchag, tomó la palabra:
“Todos los animales de esta fiesta son de San Luis y me enorgullece la calidad. Esto no es un simple remate; es nuestra raíz y nuestra cultura”.
La dirigente recordó la creación de una Mesa Agropecuaria para escuchar a los pequeños productores —“los que más sufren”— y subrayó la coordinación con el Gobierno:
“Si al campo le va bien, a la provincia y al país les va bien”.
Un respaldo gestual
Poggi, acompañado por autoridades del INTA y de distintas asociaciones rurales, se limitó a saludar a expositores y visitantes. Sin hacer uso de la palabra, aprovechó la recorrida para interiorizarse sobre la zafra que celebra la muestra y resaltar, con su sola presencia, la idea de que “campo y ciudad son uno solo” en San Luis.
Fuentes oficiales señalaron que el mandatario mantiene un diálogo permanente con la dirigencia agropecuaria, pero que cualquier anuncio deberá esperar hasta después de las elecciones del 11 de mayo. Mientras tanto, la Rural funciona —como definió Yurchag— como “una gran vidriera” para la producción provincial y un termómetro de la relación entre la Casa de Gobierno y uno de los motores históricos de la economía local.