La inflación de abril cayó al 2,8%, y las mediciones de mayo sugieren que podría ser aún menor. Consultoras privadas anticipan récords bajos para junio, mientras el Gobierno refuerza su control sobre tarifas, alimentos y la banda cambiaria para cumplir la promesa de “costo de vida cero” a mediados de 2026.
La desaceleración de precios que mostró el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril, con un alza de 2,8%, reavivó las expectativas del Ejecutivo de avanzar hacia un costo de vida estancado en torno al 0%. El presidente Javier Milei afirmó que, de mantenerse la tendencia, hacia mediados de 2026 podría no registrarse ninguna suba adicional de precios.
Las primeras dos semanas de mayo llegan con números aún más moderados. La consultora EcoGo proyectó un aumento de apenas 0,4% en la segunda semana del mes, mientras que Equilibra reportó una “deflación” de 0,2%. De confirmarse, mayo se convertiría en el periodo con menor inflación desde el inicio de la gestión de Milei, superando incluso el piso del 2,2% de febrero.
El Gobierno atribuye esta mejora, en parte, al éxito de las ofertas del Hot Sale y al descenso en los precios de frutas y verduras. Sin embargo, advierte sobre el riesgo de que las recientes inundaciones en varias provincias frenen esa tendencia alcista del abastecimiento hortícola.
En materia regulatoria, el Poder Ejecutivo decidió mantener congeladas las tarifas de servicios públicos al menos hasta las elecciones de octubre, y el ministro de Economía, Luis Caputo, intensifica la presión sobre las fábricas de alimentos y productos masivos para que limiten sus remarcaciones. Un gesto clave fue la decisión de Aluar, el principal fabricante de aluminio, de recortar sus precios un 25%, una medida con impacto en múltiples cadenas de producción.
La consultora Analytica pronostica que junio podría arrojar una inflación del 1,8%, lo que marcaría un nuevo récord de baja para la administración actual. En paralelo, el Ejecutivo busca mantener al dólar cerca del piso de la banda cambiaria –hoy en 990 pesos– para no alimentar presiones alcistas.
“Mientras sigamos con anclas fiscales y monetarias firmes, la desaceleración será más factible”, coinciden varios economistas. Los primeros cuatro meses del año cerraron con un acumulado de 11,6%, y ya hay voces que proyectan un costo de vida anual por debajo del 40%.
Con mayo mostrando signos de piso histórico y la mira puesta en el segundo semestre, el Gobierno redobla esfuerzos para cumplir el objetivo de perforar el 1% mensual y avanzar hacia la utopía de un IPC neutral en 2026. La próxima prueba de fuego será si la baja se mantiene una vez que la temporada de ofertas ceda y las cadenas de producción vuelvan a su ritmo habitual.