Una semana después de confirmar su ruptura con Wanda Nara, Elián Valenzuela posteó en su cuenta un video de la actriz Brenda Asnicar y alimentó versiones sobre un acercamiento. El material no incluía música del cantante ni lo mencionaba, pero él lo replicó sin explicación. Las reacciones, la lectura de sus fans y el contexto de un final de pareja que luce definitivo.

Las redes de Elián “L-Gante” Valenzuela, acostumbradas a vibrar al ritmo de cumbia 420 y mensajes crípticos, volvieron a arder este martes a la tarde. En sus historias de Instagram apareció un contenido inesperado: el video que había subido Brenda Asnicar —la actriz que saltó a la fama con Patito Feo— bailando en su departamento, con música de la vocalista venezolana Elena Rose. No había etiquetas ni menciones, tampoco un tema del propio L-Gante de fondo. Sin embargo, el referente del RKT decidió compartirlo con sus 4,9 millones de seguidores.

El reposteo duró apenas 24 horas, pero alcanzó para que el fandom interpretara el gesto como algo más que una simple “historia ajena”. ¿Cortesía, admiración o flirteo digital? Por ahora es un misterio: ni el cantante ni la actriz ofrecieron aclaraciones públicas. Los ecos, sin embargo, retumbaron con fuerza porque el movimiento llega a solo siete días de que L-Gante y Wanda Nara anunciaran —otra vez— el final de su relación. A diferencia de capítulos anteriores, el quiebre parece más drástico: dejaron de seguirse mutuamente y las indirectas ocuparon el lugar de los emojis cariñosos.

Horas antes de repostear a Asnicar, Valenzuela había subido una reflexión que se leyó como un dardo para Wanda. “El verdadero poder de un hombre —escribía en una placa— se demuestra en su capacidad de alejarse de una mujer que no lo respeta”. El texto hablaba de dignidad y de no “mendigar atención”. Fue el primer indicio de que el vínculo estaba cortado. El video de Brenda llegó para completar el cuadro: nuevo objeto de interés o, al menos, gesto de afinidad.

La actriz y el músico, dos mundos que se cruzan

Brenda Asnicar, de 32 años, lleva tiempo instalada en la Argentina tras varias temporadas de proyectos en Colombia, México e Italia. En los últimos meses se la vio muy activa en redes documentando sesiones de grabación y lanzamientos de su carrera musical solista. Fue en una de esas historias, donde aparecía moviéndose al compás de “Me lo merezco” —un R&B de Elena Rose— que L-Gante posó sus ojos (y su dedo para “compartir”).

El artista de General Rodríguez, 24 años, suele republicar videos de seguidores que bailan sus hits, pero casi nunca difunde contenidos que no lleven su sello sonoro. De allí la sorpresa. La escena despertó paralelismos con los primeros coqueteos digitales entre él y Wanda, también forjados a fuerza de likes y repost.

Un desamor que parece final

La relación con la empresaria comenzó en 2021 y atravesó infinidad de vaivenes, declaraciones cruzadas y reconciliaciones mediáticas. Hace una semana, en el programa “Bien de Mañana” (El Trece), ambos confirmaron que ya no estaban juntos. Wanda, por su parte, comenzó a seguir en Instagram al futbolista mexicano Brian García (América de México), lo que fue interpretado como un “follow” con intenciones.

Valenzuela y Nara no solo cortaron la comunicación pública, también se soltaron comercialmente: ella dejó de promocionar la marca de indumentaria del músico y él desactivó los comentarios en que la mencionaba.

Rumor o marketing

Queda ver si el intercambio entre L-Gante y Asnicar es el capítulo inicial de una nueva historia sentimental o un movimiento de marketing. El cantante está a punto de lanzar nuevo material, y la actriz planea un regreso fuerte a la música: dos estrategias que suelen encontrar en la “química” on-line un trampolín perfecto.

Por ahora, todo es conjetura. Solo hay un video con vibra veraniega, un repost sin texto y miles de pantallazos circulando. A veces, en las redes sociales, un segundo basta para reescribir la agenda del espectáculo argentino.