El ministro de Economía reaccionó a una versión periodística que indica que el mayor fabricante de vehículos del país remarcaría sus modelos desde hoy. Aseguró que una suba rompería la “relación de confianza” con el sector y advirtió que el Gobierno intervendrá para “defender a los consumidores”.
Luis “Toto” Caputo eligió la red social X para enviar un mensaje duro a Stellantis—holding que controla las marcas Fiat, Peugeot, Citroën, Jeep y RAM en Argentina—. Citó un artículo que anticipaba un incremento del 3,5 % en las listas de precios de abril y escribió:
“No creo que sea así. Si fuera cierto, sería un cambio en la relación de confianza construida con esta industria.
Si se rompe esa confianza, que tanto costó construir, nosotros usaremos nuestras herramientas para defender a los consumidores”.
Qué originó el cruce
El posteo al que aludió Caputo señalaba que, pese a la apreciación del peso y a la estabilidad cambiaria, Stellantis planeaba retocar los valores de sus unidades cero kilómetro. La noticia encendió alertas en el Gobierno, que viene exhibiendo la desaceleración de la inflación y la baja de algunos alimentos como un logro central.
Herramientas, pero sin controles de precios clásicos
Fuentes de Economía evitaron detallar qué “herramientas” podría utilizar el Poder Ejecutivo. En privado, voceros del ministro repiten que no regresarán los programas de control directo (tipo Precios Máximos) pero mencionan:
Política de importaciones: priorizar licencias automáticas para firmas que acompañen la estrategia oficial.
Beneficios impositivos: eventuales revisiones sobre planes de reducción de cargas o reintegros.
Créditos oficiales: condicionar líneas subsidiadas del BICE o la banca pública.
El trasfondo: tensiones con la industria
Stellantis es el mayor productor y vendedor de vehículos en la Argentina: sacó 188 000 unidades de sus plantas de Ferreyra (Fiat) y Palomar (Peugeot/Citroën) en 2023 y fue responsable de casi el 35 % de las exportaciones del sector. Durante el primer trimestre, la compañía ajustó valores por debajo de la inflación acumulada (51 % enero-marzo).
El ministro intenta contener presiones que, según su visión, podrían “licuar” el avance anti-inflacionario. Días atrás elogió a las grandes cadenas de supermercados que se negaron a aceptar aumentos de proveedores y, el fin de semana, destacó la caída del precio de la carne en mostrador.
Voceros de Stellantis: silencio y cautela
Consultada por este medio, la compañía se remitió a “no hacer comentarios” mientras analiza la reacción oficial. Directivos del sector, en reserva, sostienen que la estructura de costos sigue en alza por “reacomodamiento de paritarias, insumos importados que pagan dólar blend y ajuste de fletes”.
Repercusiones empresarias
La Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) evitó pronunciarse de manera pública, pero puertas adentro admite inquietud: temen que la disputa derive en medidas que alteren la cadena de producción exportadora, uno de los pocos segmentos con superávit comercial neto.
Contexto político y económico
La advertencia llega un mes antes de la votación final de la Ley Bases, donde el Ejecutivo busca mostrar disciplina fiscal y moderación de precios como pilares de su programa. Caputo refuerza la narrativa de “guerra contra la inflación”, exhibiendo mano dura frente a incrementos que juzga injustificados.