En una tensa reunión con mayoristas, almaceneros y supermercadistas, la Secretaría de Coordinación de Producción volvió a exigir que no se trasladen aumentos a las góndolas y garantizó un tipo de cambio en descenso. El interior ya registra subas y las paritarias trabadas añaden presión.
Pablo Lavigne, titular de Coordinación de Producción, y Fernando Blanco Muiño, responsable de Defensa del Consumidor, recibieron ayer a representantes de CAS, FASA y CADAM. El mensaje oficial fue claro: “El dólar seguirá bajando; si hay presión de proveedores, avísennos para intervenir”. Para el Gobierno, la mayor liquidación del agro y la desaceleración inflacionaria justifican la exigencia de no convalidar nuevas listas de precios.
Los números que acercaron los supermercados
Las cámaras entregaron un documento con la variación de costos enviada por sus proveedores. Aseguran que —fuera del área metropolitana— ya se registran alzas de dos dígitos en alimentos básicos y que, sin reposición a los valores vigentes, la ecuación comercial es inviable. “Vender a diez y reponer a catorce no cierra”, graficó Ricardo Zorzon (CAS). Varias firmas, admiten, comenzaron a aplicar “bonificaciones temporales” para disimular las subas.
El consumidor migra a marcas pymes y comercios de cercanía
Fernando Savore, de la Federación de Almaceneros bonaerense, confirmó que la demanda se vuelca hacia productos de pequeñas y medianas empresas y que los comercios de barrio crecen más que las grandes superficies. “El ticket mensual desapareció; hoy se compra día a día y se busca precio”, describió.
Paritarias sin homologación: otro frente abierto
La negociación salarial es el nuevo foco de conflicto. Supermercados y mayoristas remarcan que el Ejecutivo dilata la homologación para contener la inflación, mientras los sindicatos exigen aplicar los incrementos acordados. CADAM pidió eliminar aportes no remunerativos —Inacap, obra social Covid y seguro La Estrella— que encarecen la nómina. Para los almaceneros, en cambio, la recomposición salarial es indispensable para reactivar el consumo: “Un peso más en el bolsillo del trabajador mueve la rueda”, sostuvo Savore.
El desafío inmediato
Con la devaluación estabilizada pero con aumentos dispersos en el interior, el gran interrogante es cuánto tiempo podrán los supermercados contener las remarcaciones sin stock suficiente y con paritarias en discusión. Mientras el Gobierno apuesta a la baja del dólar como ancla de expectativas, el sector advierte que la inflación minorista no se congela por decreto y que, sin señales fiscales claras, la presión sobre precios podría reaparecer rápidamente.