Diego Martín Becerra, detenido esta semana por golpear y maniatar a dos jubilados en su casa, fue absuelto hace diez meses en un juicio por el asesinato de un anciano y su hijo de crianza en 2015.

La violencia rural volvió a poner a Diego Martín Becerra en el centro de la escena judicial. El hombre de 43 años, detenido e imputado por el asalto a dos jubilados en el paraje Árbol Solo, había sido absuelto en 2024 por un doble homicidio ocurrido en 2015, en circunstancias similares.

Becerra fue capturado el martes tras un allanamiento en su domicilio en Pampa de Tamborero. Según la acusación de la fiscal adjunta Ornella Costa, formó parte de un grupo de tres delincuentes que golpeó, maniató y asaltó brutalmente a una pareja de jubilados el pasado 2 de febrero. Los agresores ingresaron a la vivienda tras simular un desperfecto mecánico en su vehículo y, horas después, regresaron con extrema violencia, sometiendo a las víctimas y huyendo con dinero, documentos y llaves de dos vehículos.

Los investigadores lograron identificar a Becerra a partir de las cámaras de seguridad de una estancia cercana, que captaron los movimientos del Renault 12 rojo utilizado en el robo, vehículo que pertenecía al acusado.

Un antecedente impune: el doble homicidio de 2015

Becerra no es un desconocido para la Justicia. Hace menos de un año fue absuelto en un juicio por el asesinato de Simón Pérez, de 92 años, y su hijo de crianza, Paulo Muñoz, de 59, ocurrido en un establecimiento rural del paraje Cerros Negros, en 2015.

El 29 de junio de aquel año, Pérez fue hallado moribundo, maniatado y con graves lesiones en su casa. Murió días después en el Hospital de San Luis a causa de un traumatismo craneoencefálico provocado por una brutal golpiza.

Al día siguiente, el cuerpo de Muñoz apareció a 300 metros de la vivienda. Estaba atado de pies y manos y con un disparo en el pecho. La autopsia determinó que falleció por destrucción traumática y shock hipovolémico producto del disparo.

Las hipótesis apuntaban a un robo, ya que Pérez había recibido una importante suma de dinero por la venta de ganado, pero la investigación quedó estancada hasta 2019, cuando Becerra fue detenido como principal sospechoso.

Un juicio que terminó en absolución

El caso finalmente llegó a juicio en abril de 2024. La Fiscalía, a cargo de Néstor Zudaire, acusó a Becerra de robo con armas y doble homicidio criminis causa, y pidió prisión perpetua. Según su teoría, el imputado sabía del dinero que había recibido Pérez y decidió atacarlo para robarle y eliminar testigos.

Uno de los elementos clave de la acusación fue el hallazgo de una linterna y una rastra en la casa de la madre de Becerra, que, según testigos, pertenecían a Pérez. La rastra, además, tenía grabadas las iniciales “S.P.”, que habrían sido adulteradas para ocultar la evidencia.

Sin embargo, la defensa, encabezada por José Luis Guiñazú, alegó que no había pruebas suficientes para condenar a su cliente. Becerra, en su alegato final, negó cualquier vínculo con el crimen:

“No entiendo por qué estoy acá. Soy totalmente inocente de todo eso que me acusan, nunca tuve participación en nada”.

El 15 de mayo de 2024, el tribunal resolvió arbol por el beneficio de la duda y el doble homicidio quedó impune.

Una nueva detención por un hecho similar

Diez meses después, Becerra volvió a ser detenido, nuevamente acusado de un asalto a adultos mayores en una zona despoblada, con violencia extrema y robo como móvil principal.

Ahora, la Justicia deberá decidir si enfrenta prisión preventiva mientras avanza la investigación del asalto en Árbol Solo. En tanto, la Policía continúa con la búsqueda de los otros dos implicados en el crimen.