Fue parte de lo que informó el intendente Gastón Hissa sobre la realidad de las distintas reparticiones municipales.
“Más que fundida, devastada”, de esa manera definió el estado de la Municipalidad, el intendente Gastón Hissa. Fue en un informe que difundió este martes donde reveló que las plantas potabilizadoras no están ajenas a ese acuciante escenario.
El jefe comunal explicó que su antecesor, Sergio Tamayo dejó las plantas Puente Blanco, Aguada I y Aguada II “en total estado de abandono”.
Tras asumir y en los primeros días de análisis detectaron que estaban “sin ningún tipo de mantenimiento estructural, y tampoco se elaboró un plan de crecimiento en referencia al aumento de población de la ciudad”.
“Todo fue improvisación e irresponsabilidad”, cuestionó Hissa.
La situación de las plantas había dado una clara muestra en los últimos días de gestión de Tamayo cuando vecinos de decenas de barrios se quedaron sin el recurso hídrico. Inclusó finalizó su gestión y los inconvenientes se mantenían.
En los primeros días al frente de la comuna, Hissa también había denunciado un boicot para dejar a la ciudad sin agua.