Ante 1.200 personas que colmaron el Cine Teatro San Luis, el conferencista y escritor presentó “Presidante”, un espectáculo que combinó humor, emoción y una puesta técnica de alto nivel, confirmando el ascenso del coliseo puntano en el circuito artístico argentino.

SAN LUIS.— El miércoles 21 de mayo no fue una noche más para la agenda cultural puntana. Con entradas agotadas semanas antes, Dante Gebel subió al escenario del Cine Teatro San Luis y convirtió su espectáculo “Presidante” en un acontecimiento que aún se comenta en cafés, redes y grupos de WhatsApp.

Desde la primera luz hasta el último acorde, la sala respiró al ritmo de un guion milimétrico. Luces envolventes, sonido impecable y un ritmo que alternó carcajadas con silencios introspectivos dieron forma a una función que, según el propio público, “emocionó, hizo reír y dejó pensando”. No faltaron los pasajes autobiográficos, la ironía política ni las reflexiones espirituales que distinguen a Gebel de otros oradores.

Para el recinto de avenida Justo Daract fue el espaldarazo definitivo. Doce meses atrás la cartelera local apenas aspiraba a ciclos regionales; hoy compite por giras nacionales e internacionales. La dirección de Fiestas, Eventos y Sitios Culturales —dependiente del Ministerio de Turismo y Cultura— puso foco en tres frentes: agenda diversa, equipamiento técnico de primer orden y un equipo humano capaz de operar grandes producciones. El resultado: un índice de ocupación de butacas que ya mira de igual a igual a teatros históricos de Buenos Aires o Córdoba.

La reacción colectiva fue el mejor termómetro. Hubo ovación de pie prolongada, selfies bajo la marquesina y elogios a la “maquinaria invisible” que hizo posible la velada. Para muchos asistentes, la noche marcó “un antes y un después” en la percepción de lo que San Luis puede albergar.

En términos de prestigio y convocatoria, “Presidante” funciona como confirmación y desafío. Confirma que la Provincia puede atraer nombres de primera línea y operar espectáculos de alto estándar; desafía a sostener la vara en los próximos meses. Si algo quedó claro tras el cierre del telón es que el Cine Teatro San Luis dejó de ser una promesa para convertirse en un nodo cultural de alcance nacional.

El propio Gebel lo resumió en un mensaje de despedida: “Cuando un público se entrega así, uno entiende que la geografía es lo de menos; lo que importa es el corazón que late del otro lado de las luces”. Ese latido, anoche, sonó fuerte en San Luis.