El gobernador Claudio Poggi compartió la tarde con los 30 jóvenes y adultos que asisten al establecimiento, conoció los talleres de huerta, cocina, deporte y vida diaria, y escuchó las necesidades del equipo interdisciplinario que sostiene el espacio desde 2019.

El martes por la tarde, el gobernador Claudio Poggi llegó hasta el Centro de Día ‘Colibrí’, en la zona norte de la ciudad de San Luis. Lo recibieron el director Marcos Barzola y los 20 profesionales que integran el plantel –psicopedagogos, terapistas ocupacionales, talleristas, auxiliares, personal de cocina y de transporte– junto con los 30 concurrentes de entre 14 y 60 años que llegan a diario desde La Punta, Nogolí, Villa de la Quebrada, Potrero de los Funes y la capital.

Durante la recorrida, Poggi visitó las aulas, el comedor, la sala de estimulación y el jardín de árboles nativos. En cada estación, los asistentes le mostraron las piezas que elaboran en los talleres de cocina, huerta, recreación y deportes. Una gran lámina con las fotos y los nombres de todos los participantes sirvió de punto de partida para un diálogo distendido: “Antes era tímido –contó Claudio Torres, alumno de 5º año–. Acá aprendí a cocinar y a usar la bici; ahora me animo a más cosas”.

Barzola destacó que el proyecto, gestado en 2013 e inaugurado en agosto de 2019, ofrece atención de lunes a viernes de 8 a 15 horas, con planificaciones semanales adaptadas al nivel de autonomía de cada persona. “Trabajamos la vida diaria, lo recreativo y lo deportivo; la meta es que experimenten actividades dentro y fuera del centro”, explicó. También subrayó el aporte que representa el transporte diario: “Personalmente manejo la combi al inicio de la mañana; ver la energía con la que suben los chicos te cambia el día”.

El director pidió al mandatario provincial sostener los aranceles y acompañar las mejoras edilicias: “El sector discapacidad atraviesa una situación compleja, pero seguimos adelante. Que el gobernador conozca nuestra realidad nos llena de orgullo”, dijo. Poggi, por su parte, resaltó la tarea de la institución y se comprometió a evaluar alternativas de apoyo para fortalecer servicios y equipamiento.

La visita concluyó con fotos grupales y la promesa de una nueva jornada conjunta en los próximos meses. “Salir del aula, pedalear o plantar semillas no es un pasatiempo –remarcó la vicedirectora Mariela Gómez–; es inclusión en estado puro. Y eso se nota cuando cada familia cuenta lo que cambió su día a día”.