Con temperaturas que alcanzaron los 40 grados, los incendios avanzan mientras la tierra tiembla
La provincia de Córdoba enfrenta un panorama devastador debido a los incendios forestales que arden desde hace semanas, agravados por temperaturas extremas y la sorpresiva ocurrencia de cuatro sismos en menos de dos días. La combinación de fuego y movimientos sísmicos ha generado preocupación entre los habitantes y las autoridades, que no logran poner fin a esta emergencia.
Incendios alimentados por altas temperaturas
El lunes, la provincia registró una temperatura máxima de 40 grados, un escenario que complicó aún más las tareas de los bomberos y brigadistas que combaten los focos activos. El principal foco de preocupación es la Quebrada de la Mermela, donde más de 150 bomberos voluntarios trabajan día y noche para contener el fuego en una zona de difícil acceso.
A pesar del calor sofocante del lunes, se espera un alivio en las próximas horas con un descenso de temperatura para este martes, cuando se prevén máximas de 26 grados. Este cambio climático podría ayudar a frenar la expansión de los incendios y facilitar el trabajo de los equipos de emergencia.
El último parte del Gobierno de Córdoba señaló que, además de los bomberos voluntarios, participan en las labores de contención brigadistas del ETAC, el Plan Provincial y Nacional de Manejo del Fuego, junto con 3 aviones hidrantes y 3 helicópteros. A pesar de los esfuerzos, la situación sigue siendo crítica en varias zonas afectadas.
Cuatro sismos en menos de dos días
A los incendios se sumó una serie de cuatro sismos que sacudieron la provincia en menos de 48 horas, según informó el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES). El primero de estos temblores ocurrió la mañana del domingo 29 de septiembre, con una magnitud de 2.9, mientras que el segundo, más intenso, se registró por la noche con una magnitud de 3.2.
Durante la madrugada del lunes, un tercer temblor de 2.6 volvió a sacudir la provincia, y finalmente, por la tarde-noche del mismo día, un cuarto movimiento de 3.1 completó la secuencia sísmica. Afortunadamente, los sismos fueron catalogados por el INPRES como de “intensidad débil” o “muy débil”, lo que significa que fueron percibidos levemente solo por personas en reposo o en edificios.
Preocupación y trabajo incansable
Mientras Córdoba enfrenta fuego y temblores, el panorama para los próximos días es incierto. Las autoridades locales y nacionales mantienen todos los recursos en alerta máxima, mientras que los residentes de las zonas afectadas siguen atentos a las recomendaciones oficiales.
Este doble escenario de incendios forestales y sismos ha dejado a Córdoba en una situación crítica, con cientos de bomberos luchando contra el fuego y los habitantes preocupados por los movimientos de la tierra, que aunque leves, suman tensión a una provincia que no encuentra descanso.