Con una inversión cercana a los $2.200 millones y financiamiento compartido entre la Provincia y la Municipalidad, se inició la pavimentación del barrio 1.000 Viviendas, intervención que incluye red cloacal e iluminación LED y que se extenderá a otros cuatro barrios de Villa Mercedes.
La imagen de los vecinos reunidos en la esquina de Curupaytí y León Benarós, en pleno barrio 1.000 Viviendas, capturó el espíritu de la mañana: expectativa, celulares en alto y aplausos cuando el gobernador Claudio Poggi y el intendente Maximiliano Frontera confirmaron que, por fin, el asfalto llegará a esa zona de la ciudad.
El proyecto —explicó el secretario de Infraestructura municipal, Eduardo Moyana— contempla una inversión de casi $2.200 millones y se ejecutará por etapas. El paquete incluye algo más que carpeta asfáltica: renovación de la red cloacal, obras de desagüe, nivelado de calles y colocación de luminarias LED para mejorar la seguridad nocturna.
“El asfalto no sirve de nada si por debajo no están las redes de agua y cloacas”, subrayó Poggi, recordando que el barrio fue impulsado durante su primera gestión (2011-2015) y hoy necesita “ordenar” su infraestructura. El gobernador también destacó el impacto positivo en la creación de empleo local.
Frontera, por su parte, definió la obra como “una respuesta concreta a una demanda histórica” y recordó que el plan se extenderá a los barrios San José, Las Mirandas, San Antonio y Justo Daract. “Es el Estado presente, trabajando codo a codo por una ciudad más integrada”, señaló el jefe comunal.
Los trabajos comenzaron con el tendido de la red cloacal, paso previo indispensable para avanzar con la carpeta asfáltica. La iluminación se instalará de manera simultánea, de modo que el pavimento llegue con el sistema LED ya operativo.
Para los vecinos, la mejora significa algo más que calles nuevas: mayor conectividad, menor tiempo de traslado y la expectativa de que los servicios de colectivos y recolección de residuos optimicen sus recorridos. “Ahora vamos a poder entrar y salir sin embarrarnos hasta las rodillas cada vez que llueve”, comentó Graciela Gómez, frentista de la cuadra.
La Municipalidad estimó un plazo de ejecución de 10 meses para la primera etapa, aunque aclaró que la velocidad dependerá de factores climáticos y de la disponibilidad de insumos. Una vez terminado el barrio 1.000 Viviendas, las máquinas se trasladarán a los otros cuatro sectores programados.
Con el arranque de las obras, Villa Mercedes busca consolidar un entramado urbano moderno y funcional, mientras Provincia y Municipio muestran que la cooperación institucional puede traducirse en soluciones concretas allí donde el asfalto —y los servicios básicos— todavía son una promesa largamente esperada.